El objetivo primordial de este artículo es dejar las cosas bien claras ante una de las preguntas que más se repite a día de hoy entre las personas que necesitan algo de financiación rápida. Y es que a pesar de que un préstamo de los denominados como rápido, puede ser la solución, puede conllevar una serie de problemas que merece la pena destacar. Unos problemas que contrastan con las ventajas que también vamos a pasar a analizar con el objetivo de tener todo el escenario completo y que el lector a partir de aquí pueda tomar la mejor decisión posible.

La primera ventaja que tienen los créditos rápidos, como su propio nombre indica, es que precisamente se conceden dentro de breve espacio de tiempo. Incluso, a día de hoy han salido algunas entidades que aseguran que la transferencia del dinero llega en cuestión de minutos por lo que si necesitamos algo de dinero de manera urgente, no vamos a tener que esperar días enteros hasta que la operación se lleve a cabo. Algo que sobre todo interesa a esas personas que están en una situación complicada desde el punto de vista financiero y les urge tener algo de capital.

Sin embargo, a pesar de que para muchas de las personas que estén leyendo estas líneas en estos momentos, la rapidez de la operación suponga la principal ventaja, hay que decir que los créditos que se conceden de manera online tienen algunas desventajas que debemos valorar.

Una de ellas es el elevado tipo de interés que nos cobran por el préstamo. Un tipo de interés que en muchos casos puede ser el doble e incluso el triple que el tipo de interés que podemos encontrar en una entidad financiera normal. Sin embargo, este tipo de interés tan elevado contrasta con el hecho de que los requisitos para concederlos son algo más laxos.

Por otro lado, tenemos el inconveniente de que los intereses en concepto de demora son muy altos también. Si bien es cierto que estos intereses no se aplican hasta que nos caigamos en el impago, no es menos cierto que tendremos que sopesar la situación ya que de vernos inmersos en ella, puede llegar a ser un verdadero problema. Un problema que ya han sufrido muchas personas y un problema del cual no han salido muchas de ellas. Sin embargo, como suele decirse, si vamos pagando las cuotas no tendremos de qué preocuparnos.