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El dormir bien es tan importante para la salud como mantener una dieta balanceada y ejercicio regular. Cuando un niño no está durmiendo las horas apropiadas, ésto se reflejará en su comportamiento y rendimiento escolar.

Un niño que no duerme la cantidad de horas adecuadas es más activo, travieso, enojón y berrinchudo. Si está en edad escolar, le costará aprender y concentrarse en clase. A menudo los padres se preguntan por qué sus hijos tienen estos problemas de comportamiento y aprendizaje y pasan por alto el hecho de que el niño ve televisión hasta las 10 de la noche o en el caso de los niños pequeños, no toma siestas durante el dí­a.

La cantidad de horas promedio que debe dormir un niño son las siguientes:

Bebés de 14 a 15 horas

Niños de 1 a 3 años de 12 a 14 horas

Niños de 3 a 5 años de 11 a 13 horas

Niños en edad de escuela primaria de 10 a 11 horas

Es importante destacar que las 11 horas que su hijo duerme de 10 pm a 9 am, no son iguales que si duerme de 8 pm a 7 am. Acostarse y levantarse temprano alimenta más al cerebro que el acostarse y levantarse tarde, así­ sean la misma cantidad de horas.

Problemas comunes para dormir en niños y cómo remediarlos

1. No se pueden dormir solos

Este es uno de los problemas más comunes. Cuando son bebés los padres se ven tentados a darles la botella para que se duerman sin llorar. Esto no es una buena idea ya que la leche que se les queda en la boca les puede causar caries. La mejor solución (y aplica para todas las edades) es crearles una rutina antes de dormir.

La rutina puede empezar con la hora de cenar. Un niño con hambre no podrá dormirse fácilmente. Después de la cena, le puede dar un baño para que se relaje, leerles un cuento y dejarles en claro que después del cuento y el beso de las buenas noches, cada quien se va a ir para su cama.

2. Pesadillas

Cuando los niños tienen pesadillas, es importante levantarse e ir a su cuarto para asegurarles que fue solo una pesadilla, que ellos están seguros y que aunque usted esté en un cuarto diferente usted lo está cuidando desde ahí­. Puede quedarse un ratito para que se les pase la impresión. Es difí­cil porque usted está cansado. Pero valdrá la pena ya que se sentirán seguros nuevamente.

3. Miedos nocturnos

Algo muy importante que, aunque parezca mentira, se da mucho, es que los padres no cuidan los programas que ven los niños. Como adultos que somos, pensamos que si a nosotros no nos impresiona alguna pelí­cula o programa de televisión, a los niños tampoco. Esto no es cierto, la mente de los niños es muy vulnerable y jamás van a poder ver las cosas desde el mismo punto de vista del adulto.

Es muy humano querer ver algo que nos impresiona; el hecho que el niño quiera ver la pelí­cula de terror, no quiere decir que no le afecte. Nunca le permita ver a sus niños pelí­culas de miedo o de acción extrema, muy probablemente ésto le causará miedos nocturnos y pesadillas. Tampoco los asuste para que se porten bien. Increí­ble, pero muchos padres les dicen a sus hijos cosas como “te va a llevar el chamuco si no te portas bien” o “va a venir la bruja si sigues peleando”, etc.

4. No se quieren ir a acostar

Los niños van a tratar de quedarse levantados lo más tarde posible. Esto no quiere decir que no tengan sueño. Al contrario, entre más cansados están, más se van a resistir a irse a dormir. Media hora antes de que llegue la hora de acostarlo, aví­sele que dentro de 30 minutos se va a ir a acostar. A los 15 minutos recuérdele, que ya le quedan 15 minutos. Lo mismo cuando ya falten 5 minutos.

5. Se orinan en la cama

Como hasta los seis o siete años, los niños necesitarán ayuda para no orinarse en la cama. Para evitar este problema, no les de jugos ni bebidas gaseosas durante tres horas antes de irse a dormir. Si desean una bebida antes de acostarse, deles media taza de leche o de agua. Otro consejo es que se levante a media noche y los lleve al baño. Una vez será suficiente para que no se orinen durante toda la noche.

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